La Diabetes y el Rol del Podólogo

24 Enero 2012

Si usted es una persona que sufre de diabetes, ponga sus pies en buenas manos (Podólogo) y disfrute del placer de caminar. Patricia Aguilar Saldivia

Melissa Valenzuela >
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“La Diabetes Mellitus (DM) es una de las patologías crónicas que genera mayor discapacidad y mortalidad, especialmente en el adulto y adulto mayor, ocupando gran parte de los recursos sanitarios en todos los países. Al año 2000, se estimó que más de 35 millones de personas sufren de DM en nuestro continente. El 54% corresponde a América Latina y el Caribe (ALC), con una proyección de 64 millones al 2025” (Guía Clínica del Minsal)

Las personas con diabetes deben prestar especial atención al cuidado de sus pies, por ser una de las partes del cuerpo más expuestas al riesgo de complicaciones que es necesario prevenir.

Un pie sano tiene la piel lozana, de color normal, generalmente rosada, sin grietas. Cuando se frota con suavidad la planta del pie se produce una sensación de cosquillas. En un pie alterado la piel es seca, fría, quebradiza, con ausencia de vellos, los dedos pueden tener deformaciones, queratosis (callos), hongos que provocan mal olor y picazón, uñas engrosadas o quebradizas, humedad permanente de los pies. Cuando la persona tiene pie plano anterior parcial o total, Hallux Valgus (juanetes) y/o pie cavo, se alteran los puntos de apoyo, lo que puede causar lesiones o úlceras.

Hay también otros  factores que pueden conducir a alteraciones en los pies, entre las cuales destacan la neuropatía, el daño a los vasos sanguíneos y las infecciones. Los síntomas de la neuropatía de las extremidades inferiores son dolor, ardor, hormigueo, parestesias, calambres, pies dormidos y los signos son pie tibio o caliente, piel seca, deformaciones de los dedos en garra, en martillo, callosidades en la planta y en los dedos, ausencia de reflejos, pérdida de la sensibilidad. Cuando aparecen estos síntomas y signos, es que hay una neuropatía inicial o ya instalada, por lo que se debe aumentar el cuidado y vigilancia diaria de los pies, y en este diagnóstico tiene un rol de gran importancia el podólogo, que puede prevenir y educar a los pacientes en el cuidado de los pies.

La diabetes daña los vasos sanguíneos, afectando la circulación. Esto se agrava en los fumadores, quienes a menudo tienen problemas de circulación, debido a que la nicotina obstruye los vasos sanguíneos limitando la respiración y la oxigenación pulmonar. A nivel periférico, los vasos sanguíneos también se obstruyen y oxigenan mal y la neuropatía ayuda a aumentar el riesgo de lesión. Cualquier lesión como una uña encarnada, un callo lastimado, un corte, etc., puede servir como puerta de entrada a una infección. Si a ello se suma la hiperglicemia, frecuentemente asociada a niveles altos de colesterol y triglicéridos, que ayudan a obstruir las venas y arterias, se está a las puertas de una complicación mayor, ya que cuando hay una infección puede ser necesario adoptar una resolución drástica, como la amputación de una parte del pie o pierna, para educar y prevenir esta lamentable realidad que cada día va en aumentando, está el rol del podólogo que actúa con  profesionalismo, para prevenir y/o evitar infecciones, gangrenas y por último amputaciones.

Si usted es una persona que sufre de diabetes, ponga sus pies en buenas manos (Podólogo) y disfrute del placer de caminar.

Columna de Opinión

Patricia Aguilar Saldivia
Jefe Carrera Podología Clínica
Centro de Formación Técnica Santo Tomás