Llegó el verano, ¡necesito bajar de peso!

Nuestra realidad es que Chile se posiciona dentro de los primeros países en el mundo en prevalencia de obesidad y sobrepeso. Las estadísticas no son nada alentadoras y menos a dos años de iniciada la pandemia, donde muchas personas a causa de los encierros y/o cierre de espacios para la actividad física, vieron aumentado su peso corporal y con eso el riesgo de diversas enfermedades.

Los últimos datos publicados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que el 74% de la población adulta en Chile sufren sobrepeso u obesidad. Eso sitúa a Chile en el país de la OCDE con la más alta tasa de obesidad y sobrepeso, por encima de México (72,5%) y Estados Unidos (71%).

Además del exceso de peso por inadecuados hábitos de actividad física y movimiento, se hace presente en la actualidad, y se ha profundizado, el problema de la mantención de hábitos alimenticios poco saludables. 

Habitualmente esos hábitos son en base a exceso de consumo de masas usualmente de hidratos de carbono simples (independiente que sean libres o no de gluten), baja ingesta de líquido, de fibra cruda, de omega 3 y/o otras grasas saludables, y por el contrario, exceso de consumo de grasas saturadas, trans, altas en componentes inflamatorios, viéndose también desequilibrios en el consumo de proteínas, ya sea por exceso o déficit, además de los problemas de consumo de alimentos con colorantes, exceso de azúcar o sal refinada, etc.

Al exceso de peso están ligadas diversas enfermedades como las cardiopatías, diabetes, cánceres, aumento de la predisposición a sufrir ateroesclerosis, desequilibrios hormonales como el ovario poliquístico, hipertensión, entre otras.

Entonces, ¿vale esperar al verano para tener la intención de regularizar el peso?, o es mejor aprender hábitos de vida favorecedores para estar en equilibrio, aunque el cambio no sea inmediato, que si ayuden a perdurar en el tiempo en un mejor estado de salud general.

La respuesta es sin duda, aprender hábitos favorecedores. Puede que se vea como algo difícil, sobre todo si comenzamos siendo adultos, sin embargo, cuando se tiene el propósito y las ganas de querer estar mejor se puede lograr. Si el impulso es el verano sin polera, ¡bienvenido ese impulso!, lo importante es que perdure.

Recuerda siempre asesorarte por un equipo de salud que te guie para poder ordenar los hábitos y tener los tratamientos adecuados en caso de algún diagnóstico y si puedes acompañarte con alguna amistad o familiar en el proceso mucho mejor, ya que, en grupo, siempre es más fácil.