Una aterradora experiencia: la parálisis del sueño

29 Septiembre 2015

Quien haya experimentado la famosa "Parálisis del Sueño" siente que esta espeluznante sensación de estar atrapado en su propio cuerpo, es eterna, aunque dure unos solos minutos. 

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La denominada parálisis del sueño corresponde a un muy común trastorno del sueño que se produce durante la transición entre el sueño y la vigilia, puede ocurrir en los momentos previos a conciliar el sueño o en el momento del despertar. Quien la padece, despierta bruscamente teniendo plena consciencia de sus pensamientos pero manteniéndose paralizado físicamente: la persona se siente atrapada en su propio cuerpo.

 

“Este trastorno se debe a una intrusión anormal de un estado de REM (movimiento ocular rápido) durante un estado de vigilia: literalmente estás despierto, pero parte de tu cerebro sigue sumido en el sueño. Durante la fase REM, el cerebro inhibe el movimiento de la mayoría de nuestros músculos para evitar que representemos los sueños y nos lesionemos de forma involuntaria, de ahí la parálisis corporal. Suele manifestarse en contadas ocasiones en individuos con plena salud mental pero sometidos a altos niveles de estrés, cansancio y jet lag, que alcanzan la fase profunda del sueño con demasiada rapidez (antes de las primeras dos horas) y que acostumbran a dormir boca arriba. Descansar lo suficiente a menudo resuelve el problema. Sólo aparece de forma periódica en pacientes de ansiedad, trastorno bipolar, depresión y trastorno de estrés postraumático”. (Muy Interesante).

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Quien sufre de estos episodios suelen tener sensaciones de terror, ira y de muerte inminente, ya que las alucinaciones suelen ser de carácter siniestro. Es común la visión de un ser que se sienta sobre el pecho y no permite respirar. También es común que la persona que lo experimenta intente gritar, y se dé cuenta que ningún sonido sale de su boca. Ninguna de estas sensaciones provoca un riesgo real para la salud, ya que nada de lo que vemos y oímos es real, y la parálisis cede a los pocos minutos, normalmente a causa de un vasto esfuerzo por incorporarse o del contacto con otra persona. Una vez despiertos del todo, es aconsejable levantarse y moverse; de lo contrario existe la posibilidad de volver a experimentar un estado de parálisis del sueño.