El sueño de toda madre y padre es recibir a un hijo o a una hija saludable en todos los aspectos, porque el nacimiento en el momento cúlmine de una espera plena de satisfacciones y también proyecciones. Esta situación ideal ocurre en la mayoría de los casos; no obstante, existe un porcentaje de los nacimientos en donde el bebé nacerá con algún problema de salud o la madre presenta antecedentes de embarazo de alto riesgo, por lo que requiere que ese bebé sea recibido en un recinto que cuente con el equipamiento necesario para cubrir las necesidades de diagnóstico, monitoreo y tratamiento de alguna patología del recién nacido.

Como lo explica el Médico especialista en Pediatría y Neonatología de Clínica Los Andes de Puerto Montt, Antonio Salvadó, un Servicio de Neonatología es una unidad anexa al servicio de Ginecología y Obstetricia (o Maternidad), en donde se brinda atención a recién nacidos sanos y también enfermos, con distintos diagnósticos y grados de complejidad, para lo cual se han implementado camas UTI y UCI Neonatal.

Según el especialista, la importancia de tener una UCI Neonatal, radica en que “al nacer en un centro hospitalario que cuente con este servicio, los niños y las niñas con patologías graves se pueden tratar sin necesidad de ser trasladados a recintos fuera de la región, ya que una UCI Neonatal cuenta con todo el equipamiento necesario, el personal médico y matronas especializadas, además del apoyo diagnóstico de Laboratorio e Imagenología, de manera continua e ininterrumpida”, explicó.

Estas circunstancias adversas que se pueden presentar en la etapa gestacional o al momento del nacimiento, que pueden derivar en un parto prematuro, por ejemplo, pueden ser perfectamente abordadas en la capital regional, pues “en Clínica Los Andes de Puerto Montt, contamos con ventiladores de última generación, monitorización invasiva y todo lo necesario para brindar una atención segura al neonato enfermo, todo esto, con médicos presenciales de turno 24 horas, los 365 días del año”, señaló el doctor Salvadó. Además, la clínica cuenta con UCI Adulto que atiende las complicaciones derivadas del embarazo y el parto.

Por otro lado, una hospitalización en la misma región donde reside la familia del recién nacido, implica beneficios que no se tienen ante un traslado a otro centro, incluso a Santiago, pues se incurre en gastos imprevistos y se aleja de la red de apoyo más cercana con que contamos los seres humanos, nuestros familiares y amigos, quienes contribuyen a atenuar los efectos de una situación compleja de salud, tanto para el bebé, como para sus padres.

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